sábado, 8 de septiembre de 2012

La visión del paraíso en diversas culturas del mundo

En diversas culturas del mundo, se ha desarrollado, dentro de su mitología, el concepto de "paraíso" o "cielo". Este concepto abarca la visión de un mundo utópico después de la muerte, según la cultura, donde la vida se vive plenamente y se disfruta de todas las bondades que ofrece el lugar. El paraíso puede encontrarse dentro o fuera del mundo terrenal y se puede acceder a él de diferentes formas. Según la mitología, las condiciones para poder entrar al   paraíso abarcan desde morir en ciertas circunstancias hasta tomando en cuenta la forma del vida del difunto.

En Mesoamérica, dentro de la cultura nahuatl, existe un lugar conocido como el paraíso de Tlaloc, es decir el "Tlalocan". Este paraíso es situado en la región oriental del universo y es descrito como un sitio muy fértil y muy placentero para vivir, donde se podría encontrar toda clase de árboles frutales, así como maíz, chia, frijol y otros productos. Las personas que morían ahogadas, por hidropesía, fulminados por un rayo o por lepra accedían al Tlalocan. Las descripciones que se conocen de este lugar son gracias al trabajo hecho por Bernardino de Sahagún y otros personajes. Además, existe en Teotihuacan un mural donde se representa de manera gráfica, la forma de vida este paraíso.

En el Antiguo Egipto, su mitología habla sobre un lugar llamado Aaru, la campiña donde moraba Osiris y otros dioses importantes. Este lugar paradisíaco es descrito como un un campo eternamente fértil rodeado de juncos, muy similar a lo que es la delta del Nilo, ideal para la buena caza y pesca. Solamente a los espíritus que lograban tener una sentencia afirmativa en el Juicio de Osiris les era permitido cruzar el largo camino hacia Aaru. El viaje estaba expuesto a  muchos peligros, y el alma viajera sólo dependía de los conocimientos y energía que hubiera adquirido en su vida terminal. También necesitaba la ayuda de sus parientes y amigos aún vivos, pues gracias a sus rezos y ofrendas ayudaban en su preservación.

Para los antiguos griegos, dentro del Hades existía una región especiala la que llamaron Campos Elíseos. Este era un lugar sagrado donde las almas de los hombres virtuosos y de los guerreros heroicos llevaban una existencia dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y floridos. Radamantis, uno de los tres jueces que tenía el Hades, moraba en los Campos Elíseos.

En la mitología nórdica, Valhalla es un enorme y majestuoso salón ubicada en la ciudad de Asgard, gobernaba Odín. Aquí acudían los guerreros caídos en combate, guiados por las Valquirias, que eran elegidos por Odín. La diosa Freyja escogía a los demás guerreros muertos en combate, donde los dirigía hacia su morada, Fólkvagr. En el Valhalla, las almas de los guerreros difuntos se unían al ejército de einherjer (guerreros muertos), junto con otros héroes y dioses nórdicos, mientras se preparan para ayudar a Odín en la batalla final del Ragnarok. El techo de este salón era cubierto de oro y a sus alreededores moraban varias criaturas míticas. La comida y la bebida eran consideradas dignas de reyes y señores. Ésta nunca escaseaba y era disfrutada por  todos sus residentes, incluso Odín.

Los sumerios consideraban que el lugar donde moraba la la diosa Ninsikil era un paraíso. Este lugar llamado Dilmun es descrito como un lugar fértil y armonioso, donde los animales salvajes son mansos y todo está a disposición del hombre. Es aquí donde fue enviado el héroe mítico sumerio, Ziusudra, luego del diluvio universal, para que viviera por siempre.

De acuerdo a la mitología china, el monte Penglai es el hogar de los "ocho inmortales", dioses importante dentro del taoísmo como en la mitología china. Este monte estaría completamente blanco, mientras que los edificios están hechos de oro y platino, y de las joyas crecían árboles. En este lugar no existe dolor ni inviernos, además el arroz y el vino nunca se agotan, sin importar lo mucho que la gente lo consuma. También existe una fruta mágica que puede curar enfermedades, dar la juventud eterna, incluso resucitar a los muertos. El primer emperador de la China unificada, Qin Shin Huang, en su búsqueda de un elixir de la vida, intentó encontrar este lugar, sin tener éxito alguno.

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