lunes, 30 de noviembre de 2015

Mujeres guerreras de la antigüedad


A lo largo de la historia, han existido mujeres con grandes dotes en el arte de la guerra que han peleado por sus ideales. Estas mujeres han demostrado grandes habilidades en el campo de batalla y han sido reconocidas como excelentes "mujeres guerreras"

La señora Seis Mono-Quexquémitl de Guerra fue uno de los principales personajes en la historia de la Mixteca prehispánica del siglo XI. Fue hija del gobernante de Jaltepec, el señor Diez Águila, cuya familia estuvo inmersa en diversos conflictos políticos. Debido a estos sucesos, Seis Mono se convertiría en la única heredera al poder. Aconsejada por una importante sacerdotisa, la señora Nueve Hierba, se comprometió con el gobernante de Lugar del Bulto de Xipe, el señor Diez Viento.  En un viaje, en preparación de su boda, la señora Seis Mono fue insultada por dos personajes procedente del Monte de la luna y del insecto. Tras consultar con la sacerdotisa Nueve Hierba, atacó y conquistó el lugar. En los códices se le representa a ella misma tomando prisioneros. Gracias a estas hazañas militares, Seis Mono se ganó el sobrenombre de Quexquémitl (prenda de vestir femenina) de Guerra. Posteriormente el poder de la señora Seis Mono sucumbiría ante el ataque de otro importante personaje de la Mixteca, Ocho Venado, Garra de Jaguar. Ella y su familia serían sacrificados por Ocho Venado, sobreviviendo sólo su hijo menor Cuatro Viento, que al final, derrotaría a  Ocho Venado y vengaría la muerte de su familia.

Tomoe Gozen fue una onna bugeisha (guerrera samurái), quien vivió  durante el periodo de las Guerras Gempei (1180–1185). Antiguos escritos japoneses, como el Heike Monogatari, la describen como una mujer hermosa con una piel blanca, cabello largo y de bella facciones. Era considerada como una experta espadachina y una excelente arquera. Participó en las  Guerras Gempei, en el bando del clan Minamoto, quienes se enfrentaron al clan Taira, por el control del Japón. Su participación destacó entre los demás samuráis. Diversas fuentes hablan sobre la vida de Tomoe Gozen. Una de ellas menciona que tras la victoria del clan Minamoto, a su esposo se le acusó de traición, por lo que Tomoe Gozen moriría en la Batalla de Awazu a lado de su marido. Sin embargo, en el Heike Monogatari dice que Tomoe Gozen no estuvo casada con Minamoto no Yoshinaka, sino que sólo era su asistente, además de que ella sería una de las pocas sobrevivientes de aquella batalla. Otras fuentes mencionan Tomoe fue derrotada por Wada Yoshimori, un importante comandante militar y se convirtió después en su esposa. convirtiéndose en monja budista tras la muerte de éste.

Juana de Arco fue una heroína militar francesa, que posteriormente fue santificada. Conocida también como la Doncella de Orleáns, nació en Domrémy el 6 de enero de 1412. Con tan sólo 17 años, encabezó el ejército francés durante la Guerra de los Cien Años. Tras convencer al rey Carlos VII de expulsar a los ingleses de Francia. Juana de Arco dirigió al ejército real francés en el sitio de Orleáns, la batalla de Patay y otros enfrentamientos que tuvieron lugar entre 1429 y 1430. Gracias a estas campañas militares, el poder de Carlos VII se revitalizó, permitiendo así su coronación.  Posteriormente, Juana fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses. Los clérigos la condenaron por herejía y fue quemada viva en Ruan, al noroeste de Francia. Después de veinticinco de su condena,  el rey Carlos VII instigó a la Iglesia a que revisara el juicio inquisitorial de Juana de Arco, sin embargo el papa Nicolás V se negó hacerlo. Su sucesor, el papa Calixto III  reabrió el caso y reconoció la inocencia de Juana de Arco y se declaró herejes a los jueces que la habían condenado. En 1909 fue beatificada por el papa san Pío X y posteriormente declarada santa en 1920 por el papa Benedicto XV.

Tomiris fue reina de los masagetas, un pueblo escita que se asentó al este del mar Caspio. Según  Heródoto, el rey persa Ciro II el Grande quiso casarse con ella, sin embargo, al ser rechazado decidió invadir su territorio. Las fuerzas de Ciro II lograron tomar como prisionero al hijo de reina Espargapises y  a un gran número de tropas escitas. Tras esos sucesos, la reina Espargapises  se suicidaría. Para vengar esa afrenta, la reina Tomiris comandó personalmente a su ejército para enfrentarse al rey persa. En esa batalla, Tomiris derrotó a Ciro II y en el campo de batalla encontró su cuerpo muerto. Tomiris lo decapitó y sumergió la cabeza en un odre (recipiente hecho de cuero)  repleto de sangre.

Boudica fue una reina guerrera de los icenos (tribu britana), que acaudilló a varias tribus britanas, en contra la ocupación romana, en las islas británicas entre los años 60 y 61 d. C. Las fuentes romanas la describen como una mujer sumamente inteligente, alta, de voz áspera y mirada feroz, cabello pelirrojo hasta la cadera, túnica de muchos colores y un manto grueso ajustado con un broche. El primer objetivo de la rebelión que lideró Boudica fue Camulodunum, una antigua ciudad britana  que se había vuelto una colonia romana.  El ejército de Boudica sitió y destruyó la ciudad, matando a todos sus habitantes. Posteriormente, Boudica derrotó a una Legión Romana y atacó las ciudades de Londinium y Verulamium, incendiándolas y masacrando a todos sus habitantes. Las fuerzas de Boudica se enfrentaron a las tropas de Cayo Suetonio Paulino, gobernador de Britania, en la batalla de Watling Street.  A pesar que los romanos estaban en gran inferioridad numérica, gracias a su disciplina lograron derrotar a un numeroso, pero muy desorganizado ejército britano. Tras esta derrota, Boudica acabó suicidándose con veneno para evitar que los romanos la atraparan.

Zenobia fue la segunda esposa del príncipe Odenato de Palmira y reina del Imperio de Palmira entre 267 y 272. Odenato fue un príncipe aliado del Imperio romano, pero fue asesinado en el 267 y entonces Zenobia tomó el poder a nombre de su joven hijo heredero, Valbalato. Aprovechando las disputas internas de Roma,  Zenobia intentó crear su propio imperio con la intención de hacer frente a las fuerzas romanas y sasánidas. Las campañas militares de la reina de Palmira le permitieron crear un imperio que abarcaba toda el Asia Menor e incluso logró tomar Egipto para su hijo. Zenobia llegó a ser conocida como "la reina guerrera", ya que dirigía personalmente a su ejército. También se le ha descrito como una buena jinete, capaz de caminar tres o cuatro millas con sus soldados a pie. Gobernó Egipto hasta el año 272, cuando fue derrotada y enviada como rehén a Roma por el emperador Aureliano. Algunas fuentes mencionan que Zenobia murió durante su cautiverio en Roma. Otras fuentes mencionan que Aureliano quedó tan impresionado por Zenobia que la liberó, otorgándole una villa en Tibur viviendo como una matrona romana más.