domingo, 30 de julio de 2017

Flores y plantas medicinales en las culturas del mundo antiguo

 

Los pueblos del mundo se han quedado asombrados con lo que ofrece la naturaleza convirtiéndo cada elemento en partes importantes en cada cultura. Así mismo, estos mismos pueblos han encontrado propiedades medicinales en diversas plantas y flores, transmitiendo de generación a generación estos conocimientos, que incluso, al día de hoy se siguen usando.

El uso de plantas y flores como medicamentos se remonta desde la época prehistórica. Los enterramientos neandertales encontrados en la cueva de Shanidar, ubicados en la región del Kurdistán Iraquí y que datan de hace 60 000 años, se han encontrado grandes cantidades de polen de diversas especies de plantas, (cardo de San Banaby, hierba cana, jacinto, belcho y una especie de malva) de las cuales, muchas de ellas tienen propiedades medicinales que abarcan desde el alivio del dolor de muelas y la inflamación hasta su uso como cataplasma y para las convulsiones.

En el registro escrito del estudio de las plantas se remonta 5000 años atrás, cuando los sumerios describieron los usos medicinales de plantas como el laurel, el comino y el tomillo. De hecho, en el poema épico de Gilgamesh se menciona al mirto, planta que tiene propiedades anticépticas y antivirales.

En la medicina tradicional de la india, conocida como Ayurveda ha venido utilizando muchas plantas desde tiempos muy antiguos. Los textos conocidos como Súsruta-samjita y Cháraka-samjita, considerados partes medulares de la medicina Ayurveda, describen una gran variedad de de plantas y hierbas medicinales, así como sus usos y preparaciones. ​ 

Así mismo, el libro conocido como Shennong Bencao Jing, (Clásico de las raíces y hierbas del Divino Granjero) compilado durante la dinastía Han, lista una gran variedad plantas medicinales y sus usos, descubiertas por Shennong, el granjero divino, uno de los principales personajes de la mitología china y que es considerado pilar de la medicina tracional china y de su agricultura.

Los antiguos griegos y romanos también utilizaron las plantas como medicinas.  Hipócrates y Galeno, quienes sentaron las bases de la medicina moderna recomendaba el uso de algunos medicamentos  a base de plantas. El libro que fundó la ciencia de la botánica, De historia plantarum, del griego Teofrasto, escrito en el siglo IV a. C., es un tratado donde las plantas se clasifican de acuerdo a su modo de reproducción, su distribución, su hábito de crecimiento y de acuerdo a sus aplicaciones prácticas, tales como alimenticias y medicinales.

En el mundo islámico medieval, continuadora de los estudios clásicos griegos y romanos, aparecieron célebres botánicos musulmanes. Entre ellos se encuentra Ibn al-Baitar, quien escribió el "Libro recopilatorio de medicinas y productos alimenticios simples", en el cual describió más de 1400 plantas diferentes, tanto alimenticias como medicinales, de las que más de 300 fueron descubrimientos propios. 

Para los antiguos pueblos mesoamericanos, las flores tenían un sentido casi divino. Con ellas adornaban sus templos y las ofrecían en gran número como ofrenda a sus dioses durante sus principales fiestas. También ofrecían como signo de respeto, guirnaldas, ramilletes y coronas hechas de flores a las persona de jerarquía. 
En este marco, las sociedades prehispánicas desarrollaron un basto conocimiento de la herbolaria, en donde incluso, les atribuían propiedades mágicas curativas a ciertas plantas y flores. El conocimiento herbolario era preciso, diferenciándose perfectamente las plantas útiles de las tóxicas y también las cantidades necesarias para obtener uno u otro efecto.

Tras la conquista se conservaron valiosos ejemplos de la herbolaria prehispánica. Entre estos destaca la obra titulada “Libellus de Medicinalibus ndorum herbis” también conocido como el códice de la Cruz-Badiano, un herbario redactado por el médico indígena Martín de la Cruz y traducida al latín por Juan Badiano. El códice refiere 227 plantas medicinales. También es importante la obra  de Francisco Hernández, médico real español, que es una recopilación de cerca de tres mil plantas útiles, las más de ellas medicinales, y el estudio clínico que hizo de sus efectos.